12 noviembre, 2011

El cuerpo, el personaje, la intimidad en las redes según Paula Sibilia

Paula Sibilia, lúcida autora muy leída y citada, señala, en una interesante entrevista realizada por Marta Dillon publicada ayer en el suplemento "12" de Página, que "la visibilidad se transformó en un requisito para la existencia. El otro tiene que apoyarme con su comentario, con su “me gusta”, con ser seguidor, seguirme en el Twitter. En ese sentido las redes sociales serían un indicio de este cambio"
(...)"En Facebook son amigos, en Twitter son seguidores, claramente es eso, es un público, una audiencia. Hay un concepto que uso en La intimidad como espectáculo, que es la idea de personaje, que surge porque lo que se construye en las redes sociales, incluso en los reality shows –porque obviamente esta lógica traspasa Internet, Internet está cerrada, pero pasó a formar parte de las reglas de juego en la cotidianidad–, es un personaje. Está la idea de perfil: un personaje del yo.(...) La idea de personaje remite a alguien que está siempre a la vista, tiene que tener público, tiene que tener lectores, tiene que tener alguien mirando, en el momento en el que no hay nadie mirando el personaje deja de existir, entonces sólo existe cuando es mirado."
Las reflexiones de Sibilia son, sin duda, interesantes. Me llama la atención (aunque no demasiado, es práctica habitual de muchos intelectuales hablar desde afuera) que pueda analizar los usos y significaciones de los medios sociales sin utilizarlos, tal como afirma en la entrevista citada.
¿Se puede hablar de cine sin ver cine? ¿Del texto periodístico sin leer períodicos? Yo no puedo.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Interesante entrevista.

Me llama la atención el concepto de "visibilidad" en tanto requisito para la existencia y en qué medida esa condición es necesaria pero no suficiente.

Ser visible es posiblemente ser reconocido en las respectivas dimensiones estéticas pero no nos hace personas; más aún, cuando esa visibilidad temporaria está mediada por una única o múltiples pantallas se vuelve un espejismo que revela la fragilidad del ser

Gracias

Diego LEVIS dijo...

Gracias por tu comentario. Quizás la explicación sea que a los seres humanos nos produce enojo sabernos ignorados por nuestros semejantes y hacemos lo posible por destacarnos. La web permite que cientos miles de personas sigan nuestro devenir como si nuestras acciones y pensamientos fueran de interés particular

Anónimo dijo...

pero entonces ¿Será necesario asumir que los usos predominantes de las redes sociales que transitan por la web estén casi destinados a paliar ansiedades narcisistas, en vez de pensar las redes como espacios de construcción colaborativa del conocimiento?

¿Cuáles son los elementos que determinan que su utilización se oriente en una u otra dirección?

Diego LEVIS dijo...

La marca narcisista en el uso de la web de muchas personas no impide la existencia de muchos otros tipos de usos. La colaboración es uno de ellos, quizás no el más extendido.

Anónimo dijo...

"¿Se puede hablar de...?"

..hablar se puede, el tema es cuán creíble es aquello del cuál se habla y el/los usos que le brindemos a esas palabras...

Estimo que tomarlas como verdad revelada ya no sería un problema de quién las dice o emite sino del receptor de esas palabras...

Diego LEVIS dijo...

Por supuesto que se puede hablar de cine, de futbol, de física nuclear, otra cosa es el valor que tienen o se otorgan a esas palabras
¿Qué sabor tiene el chocolate si nunca lo probamos?

Anónimo dijo...

Del sabor del chocolate tal vez no se pueda hablar sin probarlo, pero sí de la forma, el color o la textura y es posible - al igual que con el chocolate - que para hablar de algo y referirnos a su esencia necesitemos haber previamente experimentado con ello..

Sin embargo, cuando empáticamente sentimos el dolor de otro ¿Es un requisito haber percibido con anterioridad un dolor semejante?

Éste es un tema que despierta controversias pero en definitiva creo que si bien se puede hablar de "mucho" sólo de "poco" se puede hablar de verdad..

Anónimo dijo...

Lindo post!

Hablar por hablar...Algo así como una suerte de chamuyo intelectual?