El avance de aplicaciones y servicios en Internet
que ofrecen la posibilidad de ver series de televisión y películas,
escuchar música y leer textos de distintos géneros a través de algún
dispositivo informático en detrimento de los soportes físicos como el libro uy el devedé implica un retroceso para la pluralidad y diversidad cultural y el acceso libre a la
cultura. Pocos parecen reparar que este tipo de propuestas abren la posibilidad de un retorno a la censura (económica y/o política).
¿Qué sucederá cuando deseemos
volver a ver una película que está fuera del listado de films ofertados? ¿Y cuando queramos
leer o consultar un libro que los propietarios del servicio on line o las
autoridades gubernamentales consideren malo, peligroso, subversivo, inmoral o
sencillamente no resulte rentable? ¿Será posible volver a escuchar
aquella canción que nos cautivó de niños? La mal llamada
nube y otros sistemas similares permiten el retorno a formas
patrimoniales del acceso a la cultura previas a la imprenta y
posteriores industrias de edición. El libro,
el disco y después la cinta de video y soportes que siguieron, permiten
que cada uno pueda leer, escuchar y mirar la obra que desee sin estar
sujeto a los límites que establezca la disponibilidad en una aplicación
privada en una red telemática, siempre frágil y susceptible de todo tipo
de controles y vigilancias privadas y gubernamentales.El
libro impreso y la alfabetización masiva permitieron la difusión del
saber humano y así contribuyeron al desarrollo de la creatividad
científica, filosófica y literaria de los últimos siglos, entre otras
consecuencias en el ámbito político y social. Sin ánimo de
catastrofismo, pienso que la desaparición de los soportes físicos puede
poner en peligro la diversidad cultural, el pluralismo político y
religioso, entre otras amenaza.
A esto se le añade, los avances de las legislaciones de supuesta defensa de los derechos de autor pensadas fundamentalmente para defender intereses empresariales.
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