26 septiembre, 2008

La incesante construcción del ser tecnológico: robots y cyborgs

El punto de partida de mi interés por la tecnocultura digital fue un artículo sobre la realidad virtual que leí a finales de 1993 en "El viejo topo", una prestigiosa revista cultural española de la época. El artículo daba prácticamente por hecho la posibilidad de crear una simulación digital capaz de engañar los sentidos de modo tal que aquellos experimentado en ella fuera percibida como una experiencia física real. Sorprendido y escéptico quise saber más sobre el tema, a tal punto que decidí hacer mi tesis doctoral sobre la, por entonces muy promocionada, realidad virtual.
Una de las primeras cosas que descubrí es que aquello que el contenido de aquel primer artículo daba por cierto lo que no era más que una aspiración tecno-científica de imposible realización con la tecnología de la época (y tampoco con la disponible en la actualidad). Sin embargo, en aquellos años la realidad virtual ocupaba una parte importante del imaginario tecnológico promovido por la prensa. En poco tiempo, el rápido desarrollo de la web hizo que Internet ocupara el centro de atención de la propaganda tecnocientífica. Desde entonces, pareciera que han pasado décadas. El uso de Internet se ha naturalizado en las áreas urbanas de prácticamente todo el mundo, y la expansión mundial de la telefonía celular hace que miles de millones de personas de todo el mundo estén casi permanentemente conectados en una red telemática de funciones creciente. Durante este tiempo, los medios han contribuido de forma activa a difundir la idea de la "buena tecnología", capaz de solucionar todos los problemas de la humanidad. Así el anuncio acrítico de innovaciones tecnológicas de diverso y discutible interés aparece incesantemente en los medios, que no pierden ocasión para referirse a algún nuevo o no tan nuevo uso social de la tecnologías digitales como un fenómeno cultural de gran potencial transformador, cuando no revolucionario. Usos que, una vez pasada la ola de estas promociones paracomerciales, terminan naturalizandose sin volver a despertar un interés especial (los videojuegos en red y el comercio electrónico pueden ser un buen ejemplo de esta dinámica)

En el continuo flujo de artículos sobre innovación tecnocientífica y tecnosocial uno de los temas que sobresalen son las referencias al desarrollo de robots y de protesis tecnológicas destinadas a mejorar alguna función humana en un camino continuo hacia la integración de la máquina en el ser humano, el cyborg anunciado por la tecnociencia hace ya algunas décadas.
Me pregunto si existe algún proyecto tecno-científico y social encaminado a solucionar los problemas sanitarios y alimenticios que sufre un alto porcentaje de la humanidad.
Artículos sobre robots y cyborgs
La próxima evolución - El País, Madrid 17/02/2008
Evolución humana a la carta - El País, Madrid 16/08/2008
Los robots deberán aprender de sus errores Perfil, 01/03/2007
Desarrollan trajes robóticos para ancianos inválidos- Perfil, 15/02/2007

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimado Diego:

Más allá del interés que genera adentrarse en el mundo de los robots, cyborgs y de la realidad virtual, tu pregunta respecto de (...) "si existe algún proyecto tecno-científico y social encaminado a solucionar los problemas sanitarios y alimenticios que sufre un alto porcentaje de la humanidad"(...), interesa particularmente ya que este interrogante muy vigente en la actualidad, es el que de algún modo se deriva de la denominada Brecha 10/90, que hace referencia a que menos del 10% de los flujos de fondos para investigación en salud es destinado al estudio de los problemas sanitarios que aquejan al 90% de los países en vía de desarrollo. http://www.globalforumhealth.org

Si bien pareciera que esta brecha en la actualidad se está estrechando - aunque ligeramente - en lo que respecta específicamente a las tecnologías aplicadas a la salud, sólo a través de esfuerzos colaborativos entre el sector público, privado, la cooperación internacional, que contemple la coordinación y articulación entre instituciones (muchas hoy en condiciones de fragmentación) y que a la vez considere mecanismos de selección de prioridades, podrá ser posible que esa generación de conocimiento considerado un bien público, incida favorablemente en la reducción de las inequidades.

No sé si en parte respondí en algo tu interrogante pero estimo que si la inquietud surge desde diferentes actores como en este caso, puede sin duda ser fuente de beneficio,

Un saludo y gracias por los artículos que compartiste en tu nota,

Nora

Anónimo dijo...

La ciencia moderna aún no ha producido un medicamento tranquilizador tan eficaz como lo son unas pocas palabras bondadosas. Sigmund Freud

...tal vez no sea suficiente para dar solución a muchos de los problemas sanitarios y alimenticios que sufre un alto porcentaje de la humanidad, pero es posible que represente un buen recurso deseable de ser tenido más en cuenta.